Todos los meses nuestras cajas van acompañadas de un editorial que cuenta cómo nos inspiramos y llegamos a los productos que enviamos. Adicionalmente, aprovechamos el espacio en ocasiones para compartir información, artículos y otros temas.
sal.gt#53 - Por Shute
Shute, metiche... aquel que se anda metiendo en donde no debe, pero a la vez es el curioso que se mete donde los demás no se meten.
sal.gt#50 - Juego de Números
2 días. 9 horas por día. 18 chefs. 18 hot dogs distintos con 4 salchichas diferentes. Más de 20 barriles de 6 cervezas distintas. 420 hot dogs vendidos. Más de Q6,000 recaudados para Come Mejor Wa’Ik. Esto fueron los números de Salazón. Lo que apenas 2 semanas antes conceptualizamos como una gran fiesta resultó siendo mucho más que eso.
sal.gt#49 - Francia
Siempre tan presente, siempre tan ajena. Me tocó ir al colegio francés. Me tocó aprender su idioma, su historia, su geografía. Mis primeras palabras escritas fueron en este idioma. Los primeros libros que me devoré también. Es más, me da pena aceptar que la primera vez que leí 100 años de soledad fue en ese idioma. […]
Sufrí con su cultura de enseñanza, aunque hoy la agradezco.
sal.gt#48 - Salados
“Estamos salados”, me dijo un amigo mientras platicábamos sobre la situación de nuestro país. Me quedé meditando sobre el tema y resulta que no estoy de acuerdo. No estoy de acuerdo en que se use mi arte para describir una situación como la que vivimos, para explicar mala suerte o un embrujos. El salado es un arte lindo, complejo y que ha sido importantísimo para la humanidad desde siempre.
sal.gt#47 - El principio es el fin
Ciclos y rutinas. El día termina y da paso al siguiente. Nos medimos en base al ciclo del sol y a nuestro ciclo alrededor del sol. Llegan momentos en que caemos en una rutina donde cada día es idéntico al anterior.
sal.gt#46 - El Choc
La receta de choc de mi abuelo tenía 24 ingredientes, según su última versión. Le encantaba enumerarlos mientras te servía un okapi de esta sopa espesa de arroz. A esta sopa se le conoce a nivel mundial como “rice congee” y en mi familia solía ser uno de los platillos más reconfortantes.