sal.gt#71 - Ráfagas

Una mente ocupada es una mente creativa.

Un dicho reza: "La necesidad aguza el ingenio". ¿Cuántas soluciones hemos encontrado en la vida por el simple hecho de no tener tiempo para pensarlas?  La falta de tiempo nos hace ser prácticos, buscar respuestas simples y eficientes y a actuar sin temor a equivocarnos, aunque lo hagamos. Ráfagas de creatividad pueden venir en tiempos muy cortos si tenemos de dónde sacarlos.

Una mente aburrida es una mente creativa.

Ver hacia el vacío, ver la naturaleza, ver el camino. Dejar que todos los alrededores nos envuelvan y se conviertan en una nube. Ideas de crecimiento lento y prolongado vienen en estos casos. Historias de principio a fin. Situaciones completas se desarrollan en nuestra mente y logramos esa creatividad profunda que es necesaria. La ráfaga también puede ser una nube de distracción y a su vez, la madre del invento.

Una mente enfocada es una mente creativa.

Un haz de luz dirigido hacia el punto exacto donde nos debemos concentrar. Un francotirador no necesita una ráfaga. Necesita preparación, serenidad, enfoque.  Va a ir directo a la solución, sin muchas alternativas . Otro tipo de creatividad, pero no menos valiosa.

Una mente abierta es una mente creativa.

Recibir del mundo para dar.  Viajar, ver. Escuchar, leer. Analizar, aprender. Mirar. Apreciar. Cuando estás bloqueado y sientes que las cosas no fluyen, salirte de lo tuyo es lo mejor.  Abrir nuestro espíritu a todo tipo de experiencias es una gran manera de encontrár inspiración y esta trae la creatividad bajo el brazo.

Una mente cerrada toma el enfoque, el aburrimiento y la ocupación y los convierte en rutina y hábitos, quitándole el brillo a la vida, buscando perpeturar la estabilidad.  Esas son las mentes que no dejan que el mundo cambie. Mentes que nos convierten en Sísifos tratando de que cada día sea igual al anterior y que todos los problemas que encuentran tengan la misma solución.

¡Salud por las mentes ocupadas, enfocadas y aburridas!