sal.gt # 72 - Aquí no pasa nada...

Hace tiempo me dijeron que aquí no pasa nada
Que todo está guardado para que no le pase nada
Que esta tierra es de ciegos y que el tuerto está en el cielo
Para guardarlo todo y que aquí no pase nada
— Caifanes - Aquí no pasa nada

Soy de la generación que no habla. Nací a mediados de la guerra civil, me enseñaron a estar callado, a no reclamar y a no meterme en política.

Afortunadamente, mi educación dejó en mi una raíz diferente. Tuve el privilegio de tener profesores europeos que hablaban, se quejaban, y reclamaban cuando algo no les convenía. Luego, vino la música. Ya he hablado bastante de eso. Pero el arte siempre te hace compartir con gente que piensa diferente a ti, a escucharlos, y a navegar con empatía, ya que esa es la base de la creatividad.

He viajado y he estudiado en otros países. He visto que, con todo y las imperfecciones que como seres humanos le brindamos a la gobernanza, podemos estar mejor que en este pedacito que llamamos nuestra tierra.

Luego, fui empresario. Gerente general. Ese papel no me sentó. Pasé de gremiales a ser parte de una comunidad de cocineros. Cocineros, no chefs. De buscar utilidades a querer satisfacción personal. Con esa comunidad hemos visto cómo nuestro nombre y nuestra cultura pueden volar libremente y conquistar a otros. No gracias a, pero a pesar del sistema donde vivimos. Fue hasta este momento que siento que finalmente me realicé como persona.

Estoy claro que soy fruto del privilegio.

Sin embargo, sigo sin quejarme mucho, sin hablar, y sin participar en cosas que nos pueden ayudar a todos. Soy de la generación que no habla, después de todo.

En los últimos meses hemos sido testigos de una nueva generación. Una generación que busca cambios, que busca hacerse escuchar, y que busca meterse en lo que a nosotros nos enseñaron a no meternos.

No me meto y hablo poco. Pero sí sé lo que debo escoger. Escojo la solidaridad sobre el egoísmo. Escojo el bienestar común sobre el propio. Escojo una sociedad donde nos preocupamos los unos por los otros. Donde la comunidad vale más que la individualidad. Donde la juventud juega un papel sagrado y donde los que estamos ya pasándonos de edad dejamos que lo lleven a cabo.

Hace 15 años me dieron las riendas de una empresa y me dejaron llevarla a mi manera. No ha sido perfecto, pero me ha hecho feliz. De esa sabiduría que tuvieron mis padres en soltar y dejar hacer es de la que hablo.

Dejemos a los jóvenes hablar. Dejémoslos encontrar su manera. Dejémoslos tropezarse y aprender. Nosotros, los de los años 80 para atrás, ya no entendemos este mundo.

Y ahora, que esa energía y esa vitalidad están tomando fuerza, unámonos a ellos. Juguemos el papel de sabios, no el de dictadores, pues este mundo ya no nos pertenece.

Anterior
Anterior

Sal.gt # 73 - Humillante

Siguiente
Siguiente

sal.gt#71 - Ráfagas