sal.gt#23 - Sin cerdo no hay paraíso.

En ocasiones, el tema que guía nuestras ediciones viene con meses de planificación. Nos inspiramos, pensamos en los productos que pondremos y los elaboramos. Después de eso, solo nos queda esperar a que el tiempo haga su trabajo.

Esta vez, el tema apareció cuando teníamos ya varios productos listos para escoger al momento de armar la edición. Y es que si tenemos presentes a Italia, Canadá, Africa, Estados Unidos e India, el tema pasa de ser geográfico a todo lo contrario. Una especie de anti-geografía, que probablemente podemos llamar globalización no es algo que necesariamente nos guía en nuestro día a día, pero es algo que vivimos. Tenemos viajes, comercio, migraciones y redes sociales que nos dan ganas de probar lo de otros países. Podemos ver a amigos o a completos desconocidos en un video en vivo en cualquier momento, sin importar donde estemos. Y todo esto ha aparecido tan rápido en nuestras vidas, que es rara la ocasión en que nos detenemos y pensamos en lo rápido que se mueve nuestro mundo.

La charcutería me ha enseñado a ser paciente, a detenerme y esperar a que el tiempo le de carácter al día a día. Que ser emprendedor no significa solo replicar algo que viste en Instagram, sino que es hacerlo tuyo imprimiéndole tu carácter. He aprendido que las especias son un tipo de mensajes en una botella que viajan de país en país y que te hacen experimentar las culturas que nunca habías soñado en probar. Que las migraciones nos han enriquecido a lo largo de los siglos, llevando hábitos, rituales e ingredientes por todo el mundo.

La gastronomía no es un globo de nieve que contiene una cultura culinaria encerrada sin más. La gastronomía vive, respira, crece, evoluciona, a veces hasta muere y en muchas ocasiones es un cable a tierra que nos conecta, al pasado, a lugares remotos, a nuestros recuerdos más preciados y a los amigos más cercanos. Así que disfruta nuestra edición número 23 y recuerda de nunca dejar de vivir la gastronomía.