sal.gt#66 - Repetición
El instrumento de mi elección es el bajo y las líneas de bajo más memorables son repetitivas. “Another one bites the dust” de Queen, “With or without you” de U2 y “Break on through” de The Doors por ejemplo, son líneas que reconocerás o recordarás inmediatamente. En todos los casos, son melodías que se repiten a todo lo largo de la canción.
Repetir alimenta la memoria.
Repetimos las tablas de multiplicar para aprenderlas. Nos enseñan a repetir desde muy pequeños para que no olvidemos las cosas. Cuando los chapines aprendemos algo, decimos que “se nos queda”. Lo empezamos a llevar con nosotros por todos lados. Las tablas de multiplicar, los nombres de personas famosas, los números de teléfono de personas importantes, citas de libros o de películas. Todos, uno a uno pasan a ser parte de nosotros, pues los llevamos hasta que nuestra memoria decide soltarlos.
Con los sabores es la misma historia. La carne guisada de tu abuela no es la mejor para todos. Es la mejor para ti porque la fuiste repitiendo. Lo fuiste aprendiendo. Se te fue quedando. El aroma. La textura. La vajilla. El sabor. La sonrisa con la cual te la servía. El mantel. Todo lo repetiste. Todo lo aprendiste. Todo se te quedó.
Tu comida favorita es favorita, no porque es la mejor, si no porque te gusta tanto que la has repetido, una y otra vez. Tu maleta está cargada de repetición. En ciertos casos se convierte en una rutina reconfortante, en otros, en una bella memoria; y claro, en muchos otros en cuestiones no deseadas.
La repetición alimentó la memoria. La repetición alimentó el alma. La repetición te hizo quien eres.
A veces siento que me repito con estos editoriales o con los productos que van en nuestras cajas. A lo mejor, simplemente resulta que paso dejando, mes a mes con ustedes, cosas que se me han quedado.
-Peter Meng