sal.gt#43 - La nevera.

Hay que sembrar para cosechar todo lo que el amor puede dar
En cada respiración, me deshago en contemplación…
— Remolacha Beets - Paciencia Papá

“La nevera es un lugar donde pones lo que no te vas a comer antes de tirarlo". Eso me dijo Tony la primera vez que entré a su casa y le pregunté cómo era vivir sin refrigerador.

Nos sentamos, servimos un vino y me empezó a compartir sus métodos para almacenar alimentos. Los encurtidos, mostazas y demás alimentos ácidos, en un lugar fresco y oscuro de la despensa. Los salamis, envueltos en papel y con un poco de harina en la superficie para que no se humedecieran. Los quesos madurados de la misma manera. Quesos frescos y otros lácteos, únicamente los domingos que pasaba don Rolando y habría que terminarlos antes del martes. Las verduras, frescas del día o a lo sumo, dos o tres días después de adquirirlas.

Terminó la conversación, hicimos algo de música, Tony con su Djembé y yo con mi bajo, y nos fuimos a dormir. Santa Cruz la Laguna, a orillas del lago de Atitlán está lejos de ser un lugar remoto, sin embargo vivir sin nevera fue, para mí, una novedad y un obstáculo artificial a lo que estamos acostumbrados.

La mañana siguiente era domingo, día de lácteos frescos. Cuando pasó don Rolando compramos yogurt y Tony decidió preparar un Labneh. Y aquí fue mi primer acercamiento a este queso súper sencillo. El yogurt se cuela hasta que toma una textura similar a la de un requesón. Se hace una bola, se condimenta con za'atar y se le agrega un chorrito de aceite de oliva. En esa ocasión lo comimos con el pan de Hans, un alemán de Jaibalito, el pueblo del lado, que llegaba a vender su pan los sábados a Santa Cruz.

El suero que resultó del yogurt, lo usamos para fermentar un escabeche de zanahorias, el cual estuvo listo varias semanas después.

Definitivamente este es un estilo de vida ajeno para los citadinos. Las cosas están, para nosotros, listas para que las compremos y las usemos cuando queramos.
Este episodio, hace unos 9 años, fue uno de los que me hizo entrar en contacto con la parte romántica de la conservación de alimentos y sembró una de las semillas que nos llevó a sal.gt. En algún momento, una chica obligó a Tony a comprar una nevera y la tecnología llegó a casa. Ahora, el francés es un tipo moderno.

Recordé la anécdota mientras preparábamos el primer queso hecho en su totalidad por nosotros y hoy la comparto para que la disfrutes.

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