sal.gt#26 El humo con constante

La cocina es nuestra prosa y el sabor, nuestro lenguaje.

O por lo menos, esa es la manera en la que me gusta describir el componente artístico de la gastronomía. Desde el platillo más tradicional hasta una idea muy experimental, el cocinero envía un mensaje con la comida que prepara. Los sabores, como las palabras que usamos para hablar, deben seguir una estructura que vaya de acuerdo con la escencia de lo que tenemos en la mira. Hay palabras fuertes que van a dar connotaciones que posiblemente saquen nuestro mensaje de su elemento. Y así como las groserías podrán tener espacio en un poema, siempre y cuando sean bien utilizadas, a los sabores de alto volumen se les deberá encontrar un lugar y un espacio.

Todo viene a que en esta edición tenemos un sabor de alto volumen como constante: el humo. Los cuatro productos de charcutería de esta edición han sido ahumados de alguna manera.

Colgar carne sobre madera en proceso de combustión es uno de los métodos más primitivos para conservar alimentos que conocemos. Ha perdurado porque el sabor que imparte es inigualable. Sin embargo, sus aromas tienen un volumen tan alto que en muchos productos, todo lo demás pasa a segundo plano.

Nuestra intención al tener solo productos ahumados en una edición fue una: agregar humo como una especia más. Lo suficiente para que sepas que ahí está, sin que sea demasiado como para que enmascar lo demás. Otro tema que dominó nuestra estructura este mes fue el Oktoberfest. De igual manera, la charcutería tiene una inspiración puramente germánica, así que disfrútala con una buena cerveza. Nuestra recomendación de este mes: Xamán Lager.

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