sal.gt #75 - Guardar
Guardar el mejor ingrediente para un evento especial. El mantel más fino para las visitas más ilustres. La vajilla especial para esa cena de navidad que nunca haremos…
En la naturaleza del ser humano está ser precavido y por consecuencia, conservar cosas para cuando llegue la escasez. Sin embargo, esto no se traduce muy bien al estilo de vida moderno. Claro, esto no le resta importancia a guardar aquellas cosas que serán absolutamente necesarias, como la naturaleza y sus recursos, el dinero y nuestro cuerpos.
Me refiero más bien a tratar de conservar lujos ya sea como recuerdos o por el potencial que puedan tener.
¿Esa especia que compraste en tu viaje a Europa del Este? Si no la usas pronto, sus aromas se desvanecerán. ¿Ese vino tan fino que mantienes almacenado para el momento perfecto? Seguro ya pasaron 3 o 4 momentos ideales pero la ansiedad te hace esperar uno más perfecto aún. ¿Ese mantel de lino egipcio que tu abuela te regaló? Si no lo sacas se va a apolillar. Y sí, si dejas de ver esa mancha de vino que se impregnó en aquella fiesta como un defecto, seguro te traerá lindos recuerdos cuando la veas. Después de todo, las buenas experiencias siempre dejan huella permanente.
Saber cuándo sacar y saber cuándo apreciar lo efímero es el secreto, pues al final del día, todos somos una gota en el mar del tiempo. Una sucesión infinita de momentos.
Vivimos en una sociedad obsesionada con guardar. Setenta mil millones de dólares. Ochocientas botellas de vino. Doscientas cincuenta gorras. Cada día necesitamos más espacio para cosas que queremos guardar. Pero, ¿Guardar para cuándo? La vida es aquí y es ahora.
Atesoremos lo permanente: los recuerdos, las fotos, las experiencias… todo eso que puede quedarse en el corazón y en la cabeza, las únicas dos gavetas que tienen espacio ilimitado.
Veamos lo efímero como una cualidad.
Cocina con ese azafrán. Corta ese salami que tienes guardado. Dile a esa persona lo que sientes por ella. Arranca ese proyecto que has estado posponiendo durante años. Tómate el vino. Mancha el mantel. La compañía y el momento perfecto los haces tú, eligiendo estar presente y disfrutándolo. No sabes si habrá una segunda o una tercera oportunidad.
Cuando lo hagas, ponle pausa al mundo un segundo. Respira, absorbe lo que estás viviendo y aprécialo. Guárdalo. Quédatelo. Ahí estará el verdadero valor.
Amar, apreciar y disfrutar son cosas del presente. El presente somos nosotros y no lo podemos guardar.
Peter Meng Sapper
sal.gt
Octubre 2023