Sal Charcutería #92 - Diferente.

No somos dioses, hoy aquí no hay mas na’a
hoy mis costas se llenan porque ha entrado el agua del mar
y cuando estás riendo, la casa se llena de luz
tu padre está pensando que este tiempo queda
de nosotros, de nosotros
— Carlos Méndez - Mar

Entender que somos diferentes. Desde lo físico hasta la forma de pensar.

Diferentes orígenes, diferentes recuerdos, diferentes deseos, diferentes aspiraciones. Diferentes experiencias, diferentes sueños, diferentes gustos, diferentes formas de pensar. Diferentes formas de amar, diferentes formas de dejarse amar. Diferentes en nuestra manera de experimentar sensaciones. Diferentes en la forma en que nos vemos, en que nos expresamos, en el ritmo que llevamos, en nuestras rutinas y en nuestras capacidades. En nuestros gustos (sí, me repito).

No solo estamos codificados genéticamente para ser diferentes. También cada día, cada experiencia, cada respiración y cada suspiro es una pieza más del mosaico que va forjando nuestra personalidad. Las cicatrices, figurativas o literales. Los momentos de alegría. Los momentos de tranquilidad.  Píxeles en la foto de nuestra vida.

Somos individuos. Cada uno de nosotros es único y pasamos nuestras vidas tratando de categorizarnos. Por nuestros trabajos, por nuestros pasatiempos, por nuestras características físicas, por nuestros orígenes… Sin embargo, nunca podremos caminar en los zapatos de alguien más.  Nunca podremos sentir lo que alguien más siente ni experimentar lo que alguien más experimenta. El lenguaje trata de romper esta barrera, pero ¿qué tan eficiente será para hacerlo? Convertimos experiencias en ruidos, que a su vez son percibidos e interpretados por nuestro interlocutor. Y esto es, cuando lo logramos poner en palabras. Para sumarle complejidad, estas palabras regresan hacia nosotros mismos, pues lo que sea que estamos describiendo va en base a nuestra percepción.

Cada persona es una isla, una burbuja, un universo. Aún sabiéndolo, perdemos el tiempo juzgando y tratando de homogeneizar. Nuestra vida está plagada de dogmas educativos, religiosos, civiles y de forma de vida. Decía Heráclito que nadie se baña dos veces en el mismo río, pues el agua fluye y se mueve,  lo cual  me hace pensar en un corolario: “el mismo río no baña a nadie de la mima manera, pues cada hombre es un mundo”.

Peter Meng Sapper

Marzo 2024

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