Sal Charcutería #87 - Celebrar
Celebrar la vida, reír. Recordar lo que te trajo, lo que te unió. El principio. La última conversación, el último texto. Lo más memorable.
Hay un pasado. Hubo un presente. Hubo. La vida continúa. El espacio que se ocupó quedará por siempre lleno. Así, lo efímero se convierte en eterno y lo minúsculo en infinito...
Celebrar a los nuestros, celebrar a los ancestros. Celebrar lo que vino, celebrar lo que se fue y celebrar lo que nos quedó.
El tiempo nunca fue suficiente. Pero fue todo lo que tuvimos. El tiempo.
La gente querida es temporal en este espacio, pero es eterna mientras los que estemos sigamos con tiempo.
Vivir con el pesar. O celebrar. Colores, flores, gospel, esculturas, fotos, barriletes, palabras... perdurar el legado externo. Recuerdos, risas, memorias... perdurar el legado interno. El externo es de los que lo quieren ver, el interno es de quien lo vivió.
El día de todos los santos viene después del duelo. Es celebratorio. Es ritualístico. Es sincrético. Son los colores de un barrilete plasmados en un plato. ¿O será que los barriletes son una forma de enviar fiambre a nuestros muertos? En un pueblo que lleva la veneración a los muertos dentro de su misma etimología*, este día nos hace uno con nuestros ancestros y es el momento donde vivos y muertos comemos lo mismo.
Platos coloridos, casi caleidoscópicos, unos servidos sobre manteles de nubes, otros sobre el mantel más fino de la casa (y sí, ¡que se ensucie con remolacha por favor!). La familia reunida. Recuerdos, risas y memorias en una tarde. Pan de muerto, torrejas, ayote en dulce.
El fiambre es más Guatemala que mucho de lo que creemos nos representa. Es tan Guatemala que si no naciste aquí, no lo entiendes. Y si no lo entiendes, seguramente pediste la versión alternativa de la caja, la de Oktoberfest. Así que igual tocará brindar.
Peter Meng Sapper
Octubre 2024
*En nahuátl, Sumpango siginifica “estantería para calaveras humanas dedicadas a los dioses”.