Sal Charcutería #100: El poder de lo efímero.
“Yeah, it’s over now
But I can breathe somehow
When it’s all worn out
I’d rather go without ”
Cuando empecé la suscripción de Sal Charcutería tenía un objetivo casi egoísta: hacer la charcutería que yo quería y juntar a 10 socios para tener un proyecto sostenible. No quería comérmela toda yo.
El lema inicial fue "El poder de lo efímero". Hacer cosas una sola vez porque nada se iguala al primer bocado. Era algo experimental, me sentía en la libertad de jugar, de llevar las cosas más allá de lo convencional y, al ser una cantidad limitada de clientes, escuchar humildemente qué tenían que decir.
Pero el tiempo pasó y el proyecto creció. A medida que aprendí y comprendí cómo funcionaba el proceso, se convirtió más bien en un ejercicio automático con menos posibilidades de experimentar y crear. Las expectativas de los suscriptores subieron y sus perfiles cambiaron.
En estos ocho años, la charcutería me ha regalado experiencias que jamás imaginé: servir nuestros productos en ciudades que solía visitar como turista, ver crecer a Salazón como un festival que ha unido a mucha gente, cocinar con personas que admiraba desde lejos, emprender fuera de Guatemala, abrir restaurantes, aparecer en revistas y podcasts; y en paralelo, atravesar una pandemia, un divorcio y varias crisis personales. Pero también hacer amigos que se volvieron familia en el camino. Podría decir que mientras yo curaba carnes, las carnes me estaban curando a mi.
Quienes han estado cerca sabían perfectamente que la caja número 100 sería la última. Hacerlo por tantos meses seguidos fue hermoso y agotador a la vez. No hubo descanso, el equipo pasó de una persona a una docena, los productos mejoraron en calidad y técnica, preparamos alrededor de 400 distintos.
La suscripción fue y será mi bebé, mi escuela y mi refugio creativo. Ya cumplí mis 10,000 horas y estoy listo para la siguiente etapa: expresar el potencial de Sal de formas que jamás he imaginado, afianzarnos en Guatemala y preparar el terreno para arrancar en Panamá con las lecciones aprendidas.
También estoy listo para sentir los nervios del inicio, inventar algo nuevo, dejar que la creatividad corra libre en otros espacios. Sal Charcutería sigue, Salazón sigue y pronto sabremos a dónde me llevará.
Peter Meng Sapper
Noviembre 2025