Sal Charcutería #81 - Proyección
La manera en que nos proyectamos sobre personajes que vemos en libros, series o canciones es impresionante. ¿Cuántas veces vemos una película y nos sentimos totalmente identificados con algún personaje en ella? Resulta que al terminar la biografía de Elvis sientes que tienes de todo en común con él (o con Priscilla) a pesar de haber vivido en otro tiempo, en otro lugar y definitivamente en otras circunstancias. ¿Será que realmente lo tienes o simplemente estás proyectando ciertos trazos de tu carácter en lo que acabas de ver? ¿O será que es empatía por el personaje lo que te hace sufrir eso?
Nuestra mente es compleja y complicada, pero a la misma vez muy simple. No sabemos manejar varias emociones simultáneas y en ocasiones la más fuerte va a ser la que domina. Cuando tenemos nuestra atención sobre algo específico, la sensación principal va a ser la que abarque todo lo demás que estemos experimentando. La tecnología y los medios van más rápido que nuestra evolución, por lo que aún no nos ha dado tiempo como especie adaptarnos al bombardeo de información.
Resulta que pasa lo mismo con todo lo que vivimos. Una comida, una reunión de trabajo, un evento social… todo va a quedar pintado con el tinte de la emoción más fuerte que hayamos sentido mientras lo estábamos viviendo.
Creo que uno de los trabajos más fuertes que he tenido en los últimos meses ha estado justamente en aprender a diferenciar esos sentimientos y no dejarse controlar por ese sentimiento dominante. Claro está, no lo logro todo el tiempo, pero es un ejercicio de autoexploración que permite saber realmente qué fue lo que te gustó y lo que no de una experiencia. Después de eso, nunca nada será “la peor experiencia de tu vida”.
Somos seres llenos de contrastes, de dualidades y de extremos que visitamos varias veces al día. Es correcto sentirse feliz y triste a la vez. Está bien estar cansado y lleno de energía.
¿A qué va todo esto?
Vivimos en un mundo que va demasiado rápido para la capacidad que tenemos de procesar. A lo mejor es hora de proyectarnos en el personaje secundario por ratos. O mejor aún, en el extra que solo está sentado sin hacer nada. Y cuando regreses a tu vida, vívela a través tuyo en lugar de hacerlo a través de los ojos de ese sujeto..
Peter Meng Sapper
sal.gt
Marzo 2024